Soy la Otra de una tal Lola.
La que se alberga en el interior de una dama convencional. Soy las dos. Y de ésta, también soy la Otra.

Cualquier parecido con la realidad en personajes o historias, es mera intrascendencia.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Despunte

Qué cuándo me mostré por primera vez? 
Lola estaba medio interna en un colegio de niñas. Después de merendar y hacer las tareas, las monjas las dejaban jugar y deambular por el colegio.
No sé cómo llegaron al hueco de la escalera donde se apilaban las colchonetas para Educación Física. Pero allí estaban. Ella tenía un año menos que Lola y un espíritu tan inquieto como el mio. De pronto salí, Lola se dejó llevar por mi impulso irrefrenable y aquella niña y yo empezamos a besarnos. Nos revolcábamos en las colchonetas y nos besábamos, sólo hacíamos eso.
La segunda vez fue un tiempo después, doce años y contacto epistolar. Me escribía cartas con una compañera de clase. Eran cartas dulces, de intensas e inocentes sensaciones. Se parecía a la amistad, pero era un secreto entre ambas.

Ahora lo sé. Ahora sé que una parte de Lola, que soy yo, vió la luz por vez primera aquel día.
Lola supo que yo era algo más que experiencias transgresoras. Lola supo que iba a ser la parte que debía  aniquilar, la que huía de las convenciones, la rebelde, la que no se conformaba con lo estipulado y siempre quería más. La hedonista, la bohemia, la que quería gritar...

2 comentarios:

  1. Este asomo de Lola, es peculiar...¿o me lo imagino?

    Yo, estoy un porco jarta de prejuicios...
    Recientemente, bauticé como Margaritas a todas aquellas chicas que dicen ser heterosexuales, pero que de forma única te quieren y no, y van contando los pétalos, en una indecisión desesperante y absurda:
    te quiero, no te quiero, te quiero, no te quiero, te quiero... ¿o no?: voy a coger otra margarita, que ha esta ya se le acabaron los pétalos... Y todo porque no se atreven a tener sexo de forma libre. Hay muchas Lolas perdidas en el alma de muchas mujeres.
    ...Pero tu Lola, es cañera, porque te permite transgredir de algún modo sus normas. Y yo, me alegro.

    Besos

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  2. Uy, a la la Lunska esta se le ha escapada una "h". ¡¡Escapado!!, a saber qué tenía en la cabeza: seguro que decir otra cosa. Es que estas margaritas descontralan a cualquiera, je,je...

    Besos

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